y entonces me abrazó, al principio fue peor, porque habia una pequeña parte de mi, muy pequeña, pero que iba creciendo y enfedandose a cada minuto y gritando por todo mi ser, que demandaba unos brazos distitntos.
Y eso fue una nueva fuente de culpa que sirvió para condimentar mi pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario