Sin amores, ni odios, ni pasiones que levanten la voz,
Ni envidias que nos hagan mover demasiado los ojos, ni cuidados...
Amemonos tranquilamente pensando que, queriendo
podríamos cambiar besos y abrazos y caricias.
Mas vale estar sentados el uno junto al otro
oyendo correr el rio y viéndolo.
Cojamos las flores ; más tomalas tú y dejalas
en el regazo y que su perfume suavice el momento.
-momento que sosegadamente no creemos en nada,
Paganos inocentes de la decadencia.
Yo nada tendré que sufrir cando me acuerde de ti.
Suave me serás a la memoria recordandote así:
jonto al rio, pagana, triste y con flores en el regazo.
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